Hola, soy Valentina Medina
- Valentina Medina

- 19 may
- 2 Min. de lectura
Bienvenidos a mi blog.

Yo soy Valentina Medina, escritora venezolana, pero también soy la hija menor de Adán y María Eugenia y hermana de Mariana, nací con parálisis cerebral . Esa soy yo. Me desplazo en mi andadera con rumbo y con sonrisa.
Aterricé en este mundo apresuradamente el dos de marzo de dos mil uno, cuando a las treinta y dos semanas de gestación le realizaron una cesárea de emergencia a mi mamá. Según me cuentan, minutos después del nacimiento los médicos me examinaron y dijeron que todo estaba bien. Luego de esta excelente noticia, comenzó la algarabía para festejar el milagro de la vida.
Sin embargo, al cumplir los seis meses mi tía, que es pediatra, notó una inmadurez en el desarrollo de mi sistema motor y fue así como me diagnosticaron con parálisis cerebral de moderada a severa.
Esta condición es un trastorno que afecta el sistema motor y ocurre cuando hay una lesión cerebral antes o después del parto. En mi caso no se pudo precisar el momento exacto.
Sé que se puede escuchar un poco complejo y se pueden preguntar: ¿Cómo ando sin andar y contando estrellas? pues no dejé que mi condición me definiera, que me impidiera lograr mis sueños. Entendí que mi discapacidad es solo una característica porque soy mucho más que una joven con andadera. Soy inteligente, valiente, persistente, risueña, sociable y familiar. Pero para llegar hasta ese punto, tuve un acompañamiento psicológico que me ayudó a transitar mi propio duelo hasta finalmente aceptar que gracias a mi condición tengo un propósito: escribir y comunicar Las palabras del silencio, esas que muchas veces callamos por vergüenza o por temor al rechazo.
En un principio les dije que mi vida les puede parecer compleja, porque necesito ayuda para lograr hacer cosas comunes, como salir de paseo. Les voy a dar un ejemplo. Mi ciudad está diseñada para personas que pueden subir y bajar escaleras sin ningún tipo de dificultad, que obviamente no es mi caso. La mayoría de los espacios, no tienen rampa, ni ascensores, lo cual hace que requiera ayuda; pero si lo vemos en perspectiva, todos en algún momento de nuestras vidas hemos necesitado de alguien para lograr una meta. Lo ven, nos parecemos. Además, cada una de mis aventuras me han dejado anécdotas divertidísimas y reflexiones profundas que poco a poco iré compartiendo con ustedes.
Mi vida está lejos de ser un cuento de hadas, muchas veces las personas me tratan con lástima, me miran raro o incluso me tienen miedo. Yo no creo en la maldad, sino en la desinformación. Por eso, escribí mi libro y me empeño en crear estos espacios para que puedan ver cómo es la discapacidad desde adentro y así fomentar la inclusión de forma más humana y natural.
Mi meta es convertir lo extraordinario en ordinario ¿me acompañan?





Comentarios